¿Por qué razón repetimos sin cesar que el desayuno es el alimento más esencial del día?
Por el hecho de que con el desayuno vamos a reducir el apetito durante el día y esto, está comprobado por estudios que señalan que las personas que toman un buenos desayunos en la mañana entonces ingieren menos calorías a lo largo del resto del día y son menos tendentes a acrecentar de peso.
De hecho, tomar un desayuno equilibrado evita el “picoteo” tan dañino para sostener un peso saludable.

5 Desayunos Para Bajar de Peso Sin Tener Hambre.
Nos provee de todas y cada una de las vitaminas y proteínas precisas para sostenernos activos a lo largo del día.
A fin de que un desayuno sea equilibrado debe componerse de una bebida caliente o bien fría (café, té frío, infusión…), de cereales (pan torrado, rodaja de pan de molde, barra de cereal…), de un producto lácteo (leche, queso blanco descremado, yogur…) y de una fruta (fresca, en compota, o bien en jugo).
Si deseamos transformar este desayuno en una comida quema grasas, vamos añadir ciertas porciones de proteínas con ingredientes como huevos o bien jamón magro que favorecen la pérdida de grasa, conservando la masa muscular.
Comenzar el día con un desayuno rico en proteínas, te va a ayudar a llegar al mediodía sin meditar ni una vez en el alimento.
Veremos 5 desayunos para adelgazar sin esmero y eludir el comer entre horas.
1) Desayunos de Copos de avena con arándanos.
Este plato es considerado una especialidad escocesa o bien irlandesa en donde la avena se consume de forma tosca esto es, en copos.
Tiene una textura suave y un leve sabor a almendras.
En una porción de este desayuno vamos agregar trescientos calorías.
Una cantidad ideal para arrancar el día, que al tiempo se compone de calcio, proteínas y fibras y poquísimos lípidos.
Solo te demandará treinta minutos de preparación y vas a poder incluir a la familia pues estos ingredientes rinden para 4 porciones.
Ingredientes:
– 1 ½ de copos de avena.
– 1 ½ de arándanos.
– tres cucharadas de almendras fileteadas o bien picadas.
– dos tazas de jugo de manzana.
– tres cucharadas de miel.
– 1 cucharadita de canela en polvo.
– ¾ taza de leche baja en calorías.
– 1 pizca de sal.
Preparación:
– Poner el jugo de manzana, la miel, la canela y la sal en una cacerola y llevar a hervor a fuego fuerte.
– Cuando haya hervido, bajar el fuego y añadir los arándanos y los copos de avena.
Cocinar a fuego bajo a lo largo de veinticinco minutos o bien hasta el momento en que se haya consumido el líquido.
– Retirar del fuego y añadir la leche.
Diseminar las almendras sobre la preparación al instante de servir.