Realiza tu cerveza casera.
La tendencia de la cerveza artesanal se empezó hace unos años y jamás se detuvo.
Mas al lado de los emprendimientos comerciales que cada día florecen en la urbe de algún sitio.
Se produjo una corriente que cada vez suma más adeptos, se trata de lo que en la jerga del entorno cervecero se lo conoce como “Homebrewing”.
Esta práctica la llevan adelante personas que fabrican cerveza sin fines de tipo comercial, lo que desarrollan solo por el placer que le produce realizar su bebida preferida.
Al transformarse en algo poco a poco más frecuente, se fueron abriendo diferentes negocios en la urbe que se dedican a vender insumos y equipamientos para la preparación de cerveza artesanal.
Ingredientes (para realizar quince litros de cerveza artesanal casera)
treinta litros de agua declorada
cuatro con cinco kilogramos de malta de cebada
veinticinco gramos de lúpulo
Un sobre de diastasa para hacer cerveza (no de panadería) y azúcar.
Nota:
Ya antes de iniciar, revisar la limpieza de los elementos a emplear, en tanto que la presencia de bacterias no agradables puede arruinar el sabor de la cerveza casera, para sanitizar exactamente los mismos lo adecuado es hacerlo con alcohol y no con limpiador.
Los 5 pasos para hacer cerveza artesanal casera:
Maceración
Se pone por noventa minutos la malta de cebada en una olla de agua caliente.
Debe tener una temperatura de entre sesenta y siete y setenta grados.
Teniendo presente que por cada kilogramo de malta se deben emplear tres litros de agua.
Revolver a fin de que no se produzcan grumos indeseados.
Acá el almidón se convierte en azúcar y se consigue el mosto, un líquido dulce y espeso.
Hervor
El mosto debe hervirse a lo largo de una hora.
Mientras, se le va añadiendo, por partes, el lúpulo, que es lo que le da el amargor y aromatiza a la cerveza.
Terminado el hervor, la mezcla de mosto y lúpulo debe revolverse a fin de que los restos que se produjeron en el proceso caigan en el fondo de la olla.
Enfriado
En el momento en que el mosto fue hervido debe pasarse a un fermentador.
Para esto, la temperatura del mismo debe descender lo más veloz posible.
Esto puede hacerse de múltiples formas, desde la más casera, que es poner la olla en una bacha con hielo.
Hasta el procedimiento serpentina, el que consiste en pasar la cerveza por un caño de cobre enrollado y enfriado con hielo.
Fermentación
A la mezcla de mosto y lúpulo se la vierte en un recipiente para la fermentación.
Puede ser un bidón de agua o bien una heladera de campin.
Allá se le añade la diastasa, que transformará los azúcares del mosto en alcohol.
Al recipiente debe hacérsele una trampa de aire a fin de que salga el aire mas a fin de que no entre.
Una técnica frecuente para este paso es usar un bidón de agua y ponerle en su extremo un globo pinchado.
La fermentación lleva más o menos diez días y como resultado se consigue cerveza sin gas.
El recipiente para la fermentación ha de ser preservado en un entorno obscuro próximo a los diecinueve grados.
Maduración y embotellamiento
Una vez terminada la fermentación debe pasarse la cerveza a otro bidón.
Esto se hace para descartar toda la cama de diastasas que se formó en el fermentador y dejar reposar el mosto ya antes del embotellado.
Si este procedimiento, que va a lo largo de una semana, se puede hacer en frío seria mejor, en tanto que se va a poner mas clara y de mejor forma la cerveza.
Acá asimismo debe hacerse la técnica de carbonatación natural con azúcar en el embotellado.
Para esto se crea un almíbar, el que se pone en el madurador ya antes de embotellar.
Para efectuar el almíbar se calcula siete o bien ocho gramos de azúcar por litro.
Con poquisima agua se calienta el azúcar hasta que este hierva por un par de minutos.
Entonces se lo agrega al mosto, mezclandolo suavemente, sin que la cerveza tome contacto con el aire para eludir su oxidación.
Más tarde, la cerveza se pone en las botellas, las que han de ser tapadas y después se espera diez días más.
La forma de caer en la cuenta si las cervezas están ya listas es abriendo alguna botella y servirla en un vaso, si se observa que tiene gas, exactamente las mismas ya están inmejorables para consumir, sino más bien hay que aguardar unos días más.
Un dato esencial:
Es que a fin de que el proceso de carbonatación sea triunfante las botellas deben guardarse a temperatura entorno y jamás en la heladera.
Puesto que el frío afectaría a las diastasas, por lo que no se efectuaría la carbonatación y se arruinaría la cerveza.
Cuando se termine todos los pasos de puede disfrutar con todo gusto la cerveza artesanal casera al lado de los suyos.